Tiene 62 años. La policía allanó su vivienda en el barrio Regional y secuestró cocaína, balanzas electrónicas, elementos de corte de sustancias y una docena de celulares. Fue trasladado a la Unidad Penal 44 de Batán.
Un hombre de 62 años que cumplía con arresto domiciliario y estaba acusado de vender droga en su vivienda del barrio Regional fue detenido en las últimas horas tras un allanamiento en el que la policía secuestró cocaína, celulares y elementos de corte y estiramiento de estupefacientes.
El hombre fue identificado como Juan Carlos López (62), el fiscal de la unidad temática de estupefacientes, Gastón De Marco, lo imputó por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, ordenó su traslado a la Unidad Penal 44 de Batán y mañana le tomará declaración.
López se encontraba bajo un restricto régimen de arresto domiciliario por una causa previa vinculada a la comercialización de estupefacientes. Tenía una tobillera electrónica colocada, la cual era monitoreada para que cumpliera esta medida en su casa, ubicada en Bahía Blanca al 3400.
Lo cierto es que López cumplió con el arresto domiciliario. No salía de su vivienda, no despertaba ninguna de las alarmas de quienes monitoreaban su situación, pero eso no evitó que volviera a vincularse con el submundo de la venta de drogas.
Desde su casa del barrio Regional, López, mientras cumplía su arresto domiciliario utilizaba la vivienda como un punto de venta de drogas, especialmente de cocaína al menudeo.
La investigación se inició a principios de noviembre, luego de que vecinos se quejaran y denunciaran que en la vivienda de López -Bahía Blanca 3400- una persona vendía droga.
Ante esta situación, el fiscal De Marco dispuso una serie de medidas para recolectar pruebas, que fueron realizadas por la policía, como sacar fotos en la zona, hacer videos y tomar testimonios.
Con todo el material recolectado, este viernes por la mañana, con la autorización de la jueza de garantías Lucrecia Bustos, autorizó el allanamiento de la vivienda de Bahía Blanca al 3400, donde detuvieron a López, quien tenía colocada la tobillera para su monitoreo electrónica.
En el lugar, la policía secuestró 19 gramos de cocaína compactada, dividida en una “piedra” de 16 gramos y en cuatro envoltorios listos para ser vendido por un peso combinado de 3 gramos. Además, incautaron una docena de celulares, una balanza de precisión, elementos de corte con vestigios y varios recortes de Nylon.